TRATAMIENTO DE EXFOLIACIÓN FACIAL Y CORPORAL

Renová tu piel desde la primera capa: eliminá células muertas e impurezas, para lograr una piel limpia, fresca e hidratada. Combiná la exfoliación con una limpieza profunda, hidratación adecuada y protección solar para mantener tu piel saludable, suave y radiante.

¿Qué es la Exfoliación Facial y Corporal?

La exfoliación facial y corporal consiste en la remoción controlada de las células muertas y la suciedad acumulada en la superficie de la piel. Este proceso ayuda a mejorar la textura y el aspecto general de la piel, favoreciendo una limpieza más profunda y permitiendo que los productos hidratantes actúen de manera más eficaz.

Beneficios de la Exfoliación:

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Paso a Paso

Paso 1
Evaluación previa

El especialista examina tu tipo de piel y define el grado de exfoliación adecuado: superficial, media o profunda, según tus necesidades y objetivos.

Paso 2
Aplicación del tratamiento

Se aplica el agente exfoliante (químico o láser), que actúa sobre la superficie cutánea para desprender las células deterioradas. El procedimiento puede realizarse en rostro, escote, cuello u otras zonas.

Paso 3
Regeneración cutánea

Tras el tratamiento, la piel comienza un proceso de regeneración natural. Se forma una nueva capa de piel más saludable, con menos manchas y arrugas.

Paso 4
Cuidados posteriores

Es esencial hidratar la piel, usar protector solar y evitar la exposición directa al sol durante los días posteriores para lograr una recuperación óptima.

¡Transformá tu piel con exfoliación profesional!

Recuperá una piel fresca, luminosa y sin imperfecciones con un tratamiento adaptado a tus necesidades.

Preguntas Frecuentes

  • Superficial: se realiza con productos suaves, ideal para mejorar el aspecto general de la piel o tratar hiperpigmentaciones leves.

  • Media: indicada para reducir arrugas finas en áreas como el contorno de labios y ojos.

  • Profunda: se utiliza para tratar imperfecciones más marcadas; emplea sustancias más concentradas y requiere mayor recuperación.

Una piel más uniforme, luminosa y firme, con reducción de manchas, arrugas y poros dilatados. Los resultados se intensifican tras cada sesión.

 

No. Puede provocar una leve sensación de ardor o calor momentáneo, especialmente en exfoliaciones medias o profundas, pero es totalmente tolerable.

Dependerá del tipo de exfoliación y de la condición inicial de la piel. En general, se recomiendan entre 3 y 6 sesiones, espaciadas cada 2 a 4 semanas.

Los resultados comienzan a notarse desde la primera semana, una vez que se completa el proceso de regeneración de la piel tratada.